Permite que la aplicación se ejecute automáticamente una vez que el sistema se haya iniciado por completo. Esto puede hacer que el dispositivo tarde más en iniciarse y permite que la aplicación ralentice el funcionamiento global del dispositivo.

Este permiso autoriza a la aplicación a interrumpir procesos en segundo plano de otras aplicaciones y puede hacer, por tanto, que esas aplicaciones dejen de ejecutarse.

Permite que la aplicación cree sockets de red y utilice protocolos de red personalizados. El navegador y otras aplicaciones proporcionan los medios necesarios para el envío de datos a Internet, por lo que no hace falta utilizar este permiso para eso.

Permite que la aplicación impida que el dispositivo entre en modo de suspensión.